Busqué palabras en mis cajones.
Busqué un mar para regalar.
Tuve lirios y claveles para dar.
Me aprendí un bolero para dedicar.
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Desperté solo, pero con ella en mi.
Luego algunos versos escribí.
En mi mente, su silueta retraté.
De colores, mi alegría dibujé.
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Al fin de todo; todo para qué.
Por su proterva belleza lloré.
Al espejo, un rostró abatido miré.
Por las calles, errante caminé.
Al fin de todo; todo para qué.
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Jonathan Camilo Díaz Vanegas
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"Sólo es feliz aquel que es generoso."
W. Goethe
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